miércoles, 30 de noviembre de 2011

No subestimar al contrincante


La mejor estrategia debe hacer posible la inclusión de los amplios sectores sociales y, especialmente, de las clases medias que, como en cualquier elección, en la del próximo julio serán definitorias del resultado.

Los diarios y los noticieros dan cuenta del acto en donde se registró Peña Nieto como aspirante a candidato del PRI a la Presidencia de la República. Ciertamente, en el discurso del ex gobernador mexiquense no hay nada que indique de la existencia de un “nuevo PRI” y más bien se reafirman los anacrónicos planteamientos que los electores ya despreciaron en los comicios de 2000.

Las formas (acarreo y cargada) son las mismas y los contenidos bien podrían ser signados por Ruiz Cortines o Salinas de Gortari.

Es así que podríamos afirmar que, desde el punto de vista programático, las izquierdas, principalmente, tendrían al inicio de la contienda una clara ventaja.

Sin embargo, se cometería un grave error si, adoptando una actitud de soberbia, se menosprecia la capacidad política del priismo, de Peña Nieto y de las fuerzas que lo sostienen.

Es obligado decir esto, en razón de que es común que desde las izquierdas se cometa el desatino de menospreciar a los contrincantes,  arguyendo superioridad intelectual, pero especialmente, argumentando la existencia de una superioridad moral, misma que haría inevitable el triunfo de las fuerzas progresistas sobre aquellas que son conservadoras o, como es la circunstancia actual, de las que son restauradoras del viejo régimen.

Ya se ha cometido este error antes y se han experimentado resultados funestos, y el mayor de éstos, el que se vivió en la Alemania previa a la Segunda Guerra Mundial. En esos años, algunos líderes comunistas, convencidos de su superioridad intelectual y moral,  presentaban al fascismo como “incapaz para manipular ideológica y políticamente a las masas”.

Los dirigentes de la izquierda alemana de ese tiempo “confiaban más en sus convicciones ideológicas que en la realidad; minimizaban el impacto de la propaganda {...} y se dedicaban a glorificar el potencial revolucionario del pueblo” (Bárbara Cohen. La resistencia alemana contra Hitler).

Hay muchos otros ejemplos y algunos más actuales, pero cualquier comportamiento de minimizar al contrincante y de negar su capacidad de engaño y manipulación se puede convertir en un tremendo error.

En López Obrador, hay, desde luego, superioridad intelectual y jerarquía ética sobre Peña Nieto, pero las izquierdas, además de ello, necesitan una mejor estrategia política que les permita alcanzar una mayor fuerza social y consecuentemente una mayoría electoral.

Esa mejor estrategia  debe hacer posible la inclusión —en el programa de las izquierdas—de los amplios sectores sociales y, especialmente, de las clases medias que, como en cualquier elección, en la del próximo julio serán definitorias del resultado.


martes, 22 de noviembre de 2011

¿Chambelán de Enrique Peña?


Humberto Moreira firmó hace algunos días el convenio de coalición en el que participan el PRI, el PVEM y Nueva Alianza. Con ello, parecería que todo es "miel sobre hojuelas" y que Peña Nieto transitará hacia la candidatura presidencial, con esta alianza, sin grandes dificultades. Pero, contra sus propósitos, el ex gobernador del Estado de México tendrá no pocos obstáculos que resolver.

El primero de estos será Manlio Fabio Beltrones, quien es muy posible que no acepte jugar el papel de "patiño" que desde la presidencia nacional del PRI le tienen asignado. El sonorense -con gran experiencia a cuestas- sabe que la candidatura presidencial de su partido está, desde hace muchos meses, "apartada", y el papel de "legitimador" que ha venido jugando, le es claramente funcional a Peña Nieto y a Moreira. En el PRI (con una cultura antidemocrática por décadas) las formas podrán cambiar pero el contenido seguirá siendo el mismo. Por ello, la "cargada", una de sus prácticas más simbólicas, hace rato que está llevándose a cabo a favor del mexiquense y sólo esperan -para el ungimiento- que se cumplan los tiempos formales.

Algunos analistas nos explican el comportamiento de Beltrones, suponiendo que el senador cobrará una factura muy cara por cumplir el papel de chambelán en la fiesta de Peña Nieto. Podría ser así, pero ninguna factura -por más cara que fuera- podría pagar el descrédito que significaría ser parte de una evidente farsa.

Otros dicen que Beltrones aspira a ser "jefe de gabinete" en un eventual gobierno de coalición, pero esa posibilidad está claramente desechada por Peña Nieto (éste pugna por la cláusula de gobernabilidad para "gobernar" solo y con mayoría absoluta en el Congreso) y, en el caso de un triunfo de AMLO o del candidato del PAN, el gobierno de coalición no se encuentra dentro de sus proyectos de gobierno.

¿Cuál será la decisión de Beltrones? En pocos días lo sabremos y, de la misma manera, conoceremos si prospera la estrategia de Peña Nieto y de Moreira.

El otro problema que Moreira deberá resolver es el de uno de sus principales aliados, me refiero a Jorge Emilio González, el dueño del PVEM. Este joven dirigente y su partido le atraerán a Moreira más dificultades que ventajas. El número de votos duros de ese partido no compensa el acuerdo para que Jorge Emilio encabece la lista de representación proporcional al Senado por la coalición peñista.

Pero, a las múltiples inconformidades que esta decisión ha provocado entre un buen número de dirigentes priistas, habrá que agregar el hecho de que el llamado "niño verde" se encuentra ahora involucrado (según informaciones periodísticas) en un hecho de carácter judicial y en el que perdió la vida una joven de nacionalidad búlgara.

Sobre este caso, no es correcto hacer acusaciones a priori, pero lo que no puede dejarse pasar es que las autoridades de Quintana Roo y, en lo que corresponda, las de la Federación, deben llevar a cabo las debidas investigaciones hasta el completo esclarecimiento de este lamentable acontecimiento.

Es así como la coalición peñista se encuentra en la circunstancia de quedarse sin el personaje que cumpla el papel de "patiño" en la "consulta" y con la pesada carga de que quien encabeza su lista de senadores está sujeto a una investigación judicial.

martes, 15 de noviembre de 2011

A la opinión pública.

A las y los militantes del PRD.

Respecto a los resultados de las encuestas para definir al candidato a la Presidencia de la República, expreso las siguientes consideraciones:

1.- Con determinación he expresado pública y abiertamente, el desacuerdo con aquellas visiones políticas autoritarias, basadas en el rencor y en la confrontación estéril.

2.- He sostenido además, que las izquierdas pueden triunfar en las elecciones de 2012 si contamos con una candidatura competitiva, que tenga una visión plural e incluyente y sea capaz de convocar a la constitución de una amplia coalición política y ciudadana, que evite la regresión del viejo sistema priista o el estancamiento que significa la continuidad panista.

3.- Pienso que el resultado de las encuestas realizadas para definir al candidato de las izquierdas no es contundente y se sostiene en una diferencia muy estrecha; mi convicción democrática tiene el compromiso de aceptar dichos resultados, aún cuando no favorece el proyecto que considero con mayor viabilidad.

4.- Ahora, más que nunca, estoy convencido de que el país requiere de una transformación profunda basada en la ampliación de derechos y libertades, y en el logro de la igualdad plena para todas y todos; las izquierdas siguen representando la mejor opción para lograr el objetivo de un México democrático y con justicia.

5.- Apoyaremos el proyecto y la candidatura de las izquierdas para el 2012, manteniendo nuestro derecho a la discrepancia, a ejercer plenamente nuestra libertad de expresión y a continuar proponiendo lo que consideramos es benéfico para el progreso del país y de las y los mexicanos.

6.- En la medida de nuestras posibilidades y con el mayor de nuestros esfuerzos, trabajaremos para apoyar todas las campañas de las y los candidatos de las izquierdas y haremos lo necesario para contribuir a la transformación que México necesita.

La realidad de Michoacán


Ante el rumbo que perfilan las tendencias electorales en Michoacán, mi primera reacción ante este hecho es la de reiterar que no existió equidad durante la campaña; que de manera ilegal fluyó el dinero de varios gobiernos priistas en apoyo a su candidato, como también estuvieron presentes vastos recursos federales en apoyo a la candidata del PAN.

Por si esto fuera poco, el crimen organizado nuevamente intervino en un proceso electoral por medio de la intimidación y en su momento lo denunció nuestro partido ante el Instituto Electoral de Michoacán.

Ejemplo claro de esta presión por parte de los grupos delictivos son los municipios de Apatzingán y Coalcomán, donde los electores eran interceptados entre sus domicilios y la correspondiente casilla para amenazarlos de que tenían que votar por el Revolucionario Institucional.

Acción Nacional no se quedó atrás en cuanto a las acciones irregulares y nuestros compañeros atestiguaron cómo funcionarios federales “trabajaron” a favor de su candidata, lo que enrareció aún más el ambiente.

Todas estas irregularidades se denunciarán ante la Fepade, desgraciadamente, esta fiscalía perteneciente a la Procuraduría General de la República no se caracteriza por un trabajo pulcro, por lo que sería una excepción a la regla si sanciona a los responsables.

Todos estos elementos generaron una contienda electoral viciada en la que el PRD actuó con principios, ética y apego a la legalidad, donde nuestro partido se volcó en la entidad a fin de apoyar a nuestros candidatos. Pero esto no les conviene entenderlo a los oportunistas, a los que sin pudor tratarán de vulnerar la institucionalidad del PRD, los que sin aportar nunca nada, ahora desenvainan para, con espada en mano, buscar excitados qué cabezas cortar.

En estas circunstancias es cuando aparecen con mayor intensidad las pasiones que obnubilan y las que impelen a las venganzas y a los ajustes de cuentas.

Serán estos oportunistas los que buscarán la división, el encono, pensando más en los intereses particulares, restando importancia a la intención de eliminar por cualquier vía a la izquierda y que también persiste la amenaza de que esta intervención de la delincuencia organizada en Michoacán sea el preludio de lo que veremos en 2012.

martes, 8 de noviembre de 2011

Las elecciones en Michoacán


El próximo domingo se llevarán a cabo elecciones en Michoacán. Se renovarán las alcaldías, el Congreso y el Ejecutivo estatales. Para nadie resultará extraño decir que son muy importantes por las implicaciones locales, pero además, por las de carácter nacional.

Michoacán es una de las entidades que más ha sufrido de la violencia engendrada por el narcotráfico y por la delincuencia organizada. En esta entidad de la República las bandas del narcotráfico han construido una de sus bases de operación debido, entre otras cosas, a su posición geográfica (un paso intermedio con muchos kilómetros de costa entre Centroamérica y la frontera norte del país) y, particularmente, la existencia en el estado de uno de los puertos marítimos más importantes de México.

Es por ello que los cárteles de la droga han ubicado a Michoacán como “plaza estratégica para su negocio” y en razón de ello la disputan ferozmente, sin importarles los daños que le han causado a la población y a la economía formal de esa región.

El gobierno federal no ha comprendido cabalmente las circunstancias específicas de esta entidad del Pacífico mexicano, que la hacen propicia para la acción de la delincuencia organizada.

Eso ha conducido al Ejecutivo federal a desdeñar la solicitud de colaboración de las autoridades locales para, en lugar de ello y en una estrategia fallida, arremeter constantemente contra el gobernador de ese estado.

El mejor ejemplo de la incomprensión de Calderón sobre la situación real de Michoacán es el famoso michoacanazo, acontecimiento que el gobierno federal utilizó para acusar con ligereza a varios alcaldes y otros funcionarios del gobierno local. El resultado sólo fue debilitar la ley y a las instituciones federales encargadas de procurar la justicia.

Otro error, más grave aún, es disponer del peso y la influencia del Ejecutivo federal para, en el marco de la campaña electoral, desatar una nueva ofensiva en contra del gobernador Leonel Godoy, pero ahora incluyendo a Silvano Aureoles, ambos, obviamente, militantes del Partido de la Revolución Democrática.

Digo que comete un grave error político, en razón de dos consideraciones: la primera es que, olvidando la lucha —durante décadas— del PAN en contra del presidencialismo, pareciera que este partido ahora se recrea y se reproduce en sus vicios; y la segunda es que golpeando casi de manera exclusiva al PRD y a su candidato a la gubernatura, el Presidente yerra en la estrategia nacional.

En Michoacán el PRD y el PAN son contrincantes electorales y, desde luego, existe —como debe ser— una confrontación política y programática que se desarrolla intensamente y nadie intenta ignorarla.

Pero lo que tampoco se debe ignorar, sobre todo desde una visión nacional, es que el verdadero obstáculo para el desarrollo democrático del país se encuentra en la posible restauración del antiguo régimen de partido de Estado.

En la confrontación política, como en la guerra, confundir al enemigo es un acierto; confundirse de enemigo resulta fatal.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Yo también ME sumo a CAMBIAR EL RUMBO DE MÉXICO, CON MARCELO EBRARD



MARCELO EBRARD, CON LAS CONDICIONES Y LA PREPARACIÓN PARA DARLE NUEVO RUMBO A MÉXICO

Los abajo firmantes, las y los demócratas de izquierda del Partido de la Revolución Democrática (PRD), saludamos y hacemos nuestro el documento en donde artistas y personalidades de nuestro país han manifestado su respaldo total al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, licenciado Marcelo Ebrard Casaubón.

México reclama un cambio de rumbo. El actual sólo ha generado estancamiento y, en muchas ocasiones, el detrimento de la calidad de vida de sus ciudadanas y ciudadanos.

La amenaza del retorno del PRI a Los Pinos no debemos asumirlo como un destino manifiesto o inamovible, sino como un retroceso, una vuelta al inicio de la mala condición en la que vive México, y que el PAN no ha podido ni querido remover.

Por eso estamos convencidos de que Marcelo Ebrard Casaubón tiene las condiciones y la preparación para encabezar el esfuerzo de transformación del país, para darle un nuevo rumbo a México y colocarlo en pleno desarrollo, en beneficio de sus ciudadanas y ciudadanos, como lo ha demostrado en la ciudad de México.

Los actos de un gobierno de vanguardia como el de la ciudad de México, en materia de seguridad, desarrollo económico y social, infraestructura y de respeto y defensa de los derechos humanos, deben ser replicados en todo el país. No desperdiciemos la histórica oportunidad de que este proyecto incluyente se ponga en práctica; la sociedad nos reclama acciones para salir del hoyo en el que nos han sumido los gobiernos neoliberales.

Marcelo Ebrard Casaubón es un político serio que suma y puede aglutinar una gran coalición ciudadana con fuerzas progresistas, para vivir en paz y con desarrollo, sin exclusión de ningún sector de la sociedad, porque México es de todas y todos.

Cambiemos el rumbo de México con Marcelo Ebrard Casaubón.






jueves, 3 de noviembre de 2011

CAMBIEMOS EL RUMBO DE MÉXICO CON MARCELO EBRARD


La situación que vive México es grave; la incertidumbre y el miedo provocados por la inseguridad nos rodean, lo mismo que las crecientes desigualdades, la falta de desarrollo económico, el rezago educativo, científico y cultural, así como la estéril confrontación entre las fuerzas políticas. Esta realidad nacional exige respuestas serias, producto de amplios acuerdos.


Aspiramos a vivir en una sociedad próspera, equitativa, justa, ordenada, pacífica, tolerante, plural. Merecemos contar con un gobierno que tenga las capacidades para defender y conducir con responsabilidad y profesionalismo los intereses de la República. Un gobierno respetuoso de las libertades económicas, pero con la fuerza regulatoria necesaria para erradicar las distorsiones que sólo benefician a unos cuantos. Requerimos de un Estado no asistencialista, que abandone el clientelismo y la corrupción y sea capaz de aplicar una autentica política social, así como de brindar servicios públicos de calidad que generen igualdad de oportunidades, especialmente en educación y salud.


Debemos hacer valer la fuerza de la democracia, elevar la mira, volver confiables y efectivas las instituciones. Por ello, no es el regreso al pasado antidemocrático y autoritario la vía para sacar a México adelante. Queremos un presidente comprometido con la legalidad, las libertades y los derechos humanos, capaz de controlar la violencia, recuperar el desarrollo económico, garantizar el acceso al pleno ejercicio de los derechos sociales y fortalecer las instituciones democráticas. Un presidente con capacidad para convocar en un gran acuerdo nacional a los más diversos sectores económicos, políticos y sociales para juntos cambiar el rumbo.


Quienes suscribimos, académicos, intelectuales, científicos, artistas y luchadores sociales, sabemos que Marcelo Ebrard ha demostrado capacidad de gobierno y compartimos con él una visión sobre la sociedad a la que aspiramos, sobre el Estado que merecemos, sobre las vías para conseguirlo: es la coalición, no la colisión. No es la restauración del pasado lo que nos conducirá a alcanzar las más altas aspiraciones de la República. Marcelo es un político moderno y profesional que tiene la capacidad para encabezar una coalición plural con importantes fuerzas políticas y ciudadanas que impida el retroceso y, sobre todo, cambie el rumbo de México.

martes, 1 de noviembre de 2011

De la mitología de la izquierda: El Martirologio


La izquierda mexicana, como otras en el mundo, ha tenido en su historia experiencias de éxito y desde luego de fracasos y derrotas. En estas últimas ha influido de manera determinante una nociva actitud de dogmatismo que ha hecho que se comporte más como iglesia que como movimiento político.

Como en la iglesia, en donde el martirio es “una afirmación de la verdad de Cristo” y manifestación de una “total purificación del pecado y de perfecta santidad”, en la “iglesia de la izquierda” el martirio ha sido y es un gesto de abnegación por la causa y de fidelidad a los dogmas.

Sucede frecuentemente, con personajes de la izquierda, que de manera consciente buscan el sacrificio como vía “hacia la virtud personal”, y ello lo sobreponen al logro de las transformaciones sociales para el bienestar común que, a final de cuentas, es el propósito de la política.

La actitud más notable y extrema de este comportamiento erróneo lo podemos observar en la Revolución Francesa y en la figura de Maximilien Robespierre. Haciendo uso de la represión extrema, “el incorruptible” impuso a la Revolución el objetivo de la virtud individual por encima de los propósitos sociales y colectivos de la igualdad y la libertad. “El fundamento único de la sociedad civil es la moral”, decía, y con una visión particular de la moral se sobrepuso —con el terror— a la libertad, este sí, valor ético fundamental de la Carta de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Finalmente, Robespierre fundó su propia iglesia (la del “culto al ser supremo”), la misma que, según sus palabras, fuese pilar del Estado y de la moral. Este es un ejemplo de cómo una razón política se convierte —mediante una visión dogmática— en liturgia canónica, y como toda iglesia tuvo en Robespierre a uno de sus mártires.

Han pasado tantos años y a pesar de ello aún no se aprende la lección, pues la izquierda insiste en rendir culto al mártir, en resaltar las “virtudes” del sacrificio, y con ello pierde de vista lo esencial de la lucha política, es decir, la eficacia, la capacidad para hacer realidad el objetivo del cambio para que sean reales y tangibles la igualdad y el bienestar de la sociedad. Esto tiene que ver con la situación actual del PRD y la circunstancia de definir a su candidato a la Presidencia de la República.

En los próximos días se llevará a cabo una encuesta que el Consejo Nacional de nuestro partido tomará en cuenta para su decisión sobre la candidatura presidencial del PRD y, por lo tanto, es necesario que nos hagamos las preguntas siguientes:

¿Queremos agregar un nuevo nombre a nuestro martirologio o queremos a un Presidente de la República?

¿Queremos dejar a la sociedad testimonio de virtudes personales o queremos como candidato a quien tenga la potencialidad y las condiciones de derrotar al PRI y a Peña Nieto?

¿Queremos acceder al poder político para transformar al país o continuamos por el camino de recordar eternamente a nuestros héroes vencidos?