martes, 5 de noviembre de 2013

Presupuesto para el desarrollo económico y la igualdad social

Como ya he expuesto, el Estado mexicano experimenta una crisis en varios ámbitos. En materia económica, la crisis tiene como uno de sus principales componentes la insuficiencia de recursos fiscales. Esta situación le ha impuesto al Estado límites muy claros a su capacidad para cumplir con sus funciones básicas y, sobre todo, con los mandatos constitucionales en materia de derechos sociales y económicos.


El nivel de gasto público en México, como porcentaje del PIB, es el más bajo de los países que forman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y se ubica por debajo del promedio latinoamericano. Esta limitación se resiente de modo especial en aquel tipo de gasto que propicia la acumulación de capital físico (infraestructura energética, hidráulica, en comunicaciones) y el desarrollo del capital humano (salud, educación, combate a la pobreza). La formación de capital físico por parte del sector público es crucial para detonar el desarrollo económico y aumentar el capital humano, lo cual se traduce en incrementos de la productividad.

Las medidas fiscales recientemente aprobadas de la reforma hacendaria significan el primer paso para revertir esta debilidad y elevar la recaudación sin demérito de la competitividad del sistema impositivo ni de su sencillez y transparencia, para poder contar con un mayor gasto público y sin afectar a los sectores más desfavorecidos de la población.

Esta reforma debe distinguirse como un medio para alcanzar un pleno desarrollo al dinamizar el crecimiento y lograr una mejor redistribución del ingreso. Por tal motivo, el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014 debe ser ejercido en función de prioridades claramente definidas, tales como promover el crecimiento económico y la creación de empleos formales, productivos y bien remunerados, así como propiciar el desarrollo integral y equilibrado, mediante estrategias efectivas de combate a la pobreza y la desigualdad.

Pero no sólo se trata de incrementar el gasto público, sino, principalmente, de elevar su eficiencia. Al respecto, es indispensable el establecimiento de prioridades estratégicas en materia de gasto, que permitan etiquetar de modo transparente los recursos provenientes de nuevas fuentes de ingreso y canalizarlos a la inversión en infraestructura, el desarrollo científico y tecnológico, desarrollo regional sustentable, educación y salud y, de manera particular, dirigirlos a la creación de un sistema de seguridad social universal, destinado en primera instancia al acceso universal de los servicios de salud, seguro de desempleo, pensión para adultos mayores y el seguro de vida para jefas de familia.

Las prioridades estratégicas del Presupuesto federal deben estar por encima de intereses particulares para evitar que éste se diluya. Puede haber peticiones legítimas (como la construcción de una cancha de basquetbol en un municipio, por ejemplo), cuyo impacto social no es tan grande en comparación a otro tipo de inversión pública. Se debe priorizar la inversión del Estado en infraestructura y programas con alto impacto social, pensando en el interés general y con visión de largo plazo.

Paralelamente, es crucial alcanzar mejores indicadores de desempeño para fiscalizar el gasto público. Para tal efecto, es necesario incorporar el uso de información sobre indicadores de desempeño en el proceso de formulación del presupuesto, para cambiar el énfasis de los insumos hacia los resultados, con nuevas estructuras de incentivos y regulaciones, que permitan racionalizar recursos y flexibilizar la ejecución y la gestión del presupuesto.

Resulta también urgente establecer un piso normativo en materia de transparencia que garantice un proceso efectivo de rendición de cuentas de los tres órdenes de gobierno, que vincule la planeación, programación, presupuestación y ejercicio del gasto a los procesos de fiscalización. La ciudadanía debe tener la certeza, de forma sencilla y oportuna, sobre el destino de cada peso del Presupuesto federal.

En suma, el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014 debe ser redistributivo y estar orientado a la inversión productiva para el desarrollo económico y la igualdad social, en un marco de absoluta transparencia y fiscalización permanente.

        *Ex presidente del PRD

        Twitter: @jesusortegam

        http://ortegajesus.blogspot.com/


        ortegamartinezjesus@hotmail.com

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