martes, 3 de julio de 2012

Campaña exitosa de las izquierdas

Excélsior



Habrá que esperar a los cómputos del próximo miércoles y desde luego los que corresponden a la elección presidencial. Los resultados del PREP le dan una ventaja relativamente pequeña a Peña Nieto, pero la votación que hasta ahora ha conseguido AMLO es muy importante y habrá que seguir con atención el tratamiento que las autoridades electorales darán a las diversas impugnaciones que presentaron todos los partidos.

Sin embargo, y con las reservas antes mencionadas, es un hecho innegable que las izquierdas —con el impulso de AMLO— avanzaron de manera muy significativa. La coalición progresista —con los datos que ahora tenemos— triunfó en tres de las siete gubernaturas que estaban en juego. En el Distrito Federal, en Morelos y en Tabasco gobernarán las izquierdas y estos estados se sumarán a Oaxaca, Guerrero y a otras entidades en donde gobiernan coaliciones. Igualmente, las izquierdas tendrán una fuerte representación en el Congreso de la Unión, para en conjunto, convertirse en la segunda fuerza política. En fin, la izquierda y de manera particular el PRD, crecimos de manera significativa. De todo ello debiéramos sentirnos, los que militamos en la izquierda, satisfechos.

Uno de los componentes principales del crecimiento referido, fue una exitosa campaña basada en propuestas, y sobre todo, en un discurso que buscó la conciliación y el entendimiento entre todas las mexicanas y mexicanos.

En particular, Andrés Manuel López Obrador fue un candidato conciliador, alejado de confrontaciones estériles. Logró representar un proyecto de una izquierda moderada e incluyente, revirtiendo, en gran medida, las campañas sistemáticas que desde hace años han pretendido presentarlo como un peligro para México por ser supuestamente violento y excluyente.

En sentido contrario al tono propositivo y conciliatorio de la campaña de las izquierdas, tanto el PAN como el PRI recurrieron en estas elecciones a las campañas negras, llegando el primero inclusive a difundir un spot con un audio alterado de un discurso del candidato de las izquierdas, para hacer creer al electorado que el candidato presidencial de las izquierdas era un apologista de la vía armada.

Asimismo, en diferentes estados de la República, sobre todo en aquellos en donde también tuvieron lugar elecciones concurrentes para gobernador, los adversarios de las izquierdas recurrieron a campañas de miedo utilizando desde los tradicionales volantes, hasta métodos como llamadas telefónicas con grabaciones, cuyos mensajes tenían el objetivo de desprestigiar e infundir temor entre los votantes. En Morelos, inclusive, circuló masivamente una versión apócrifa de un diario para confundir al electorado con el irreal abandono de la contienda por parte de quien a final de cuentas resultó triunfador.

Afortunadamente, nuestro país cuenta con una ciudadanía cada vez más madura e informada (cabría destacar el papel de las redes sociales en este sentido), por lo que las campañas negras no tuvieron el mismo impacto que en el pasado.

La campaña de la izquierda ha sido exitosa porque puede sentar las bases para un proceso de reconciliación nacional, que desemboque en un gran pacto político para llevar a cabo las acciones necesarias para superar los retos más grandes que enfrentamos como país. Sin embargo, cualquier intento en ese propósito, necesariamente obliga a respetar la legalidad. Por ello, es importante que toda irregularidad, toda acción que haya impedido el libre sufragio, debe ser corregida y sancionada. La autoridad electoral tiene la palabra.

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