martes, 26 de junio de 2012

Votar por la Izquierda

Excélsior

Pensando en nuestros hijos, en nuestras familias, pensando en el país, no debiéramos dudar y, al asistir a las urnas, decidirnos a votar por las izquierdas, por sus candidatos, y de manera particular por Andrés Manuel López Obrador.

El próximo domingo ciudadanas y ciudadanos mexicanos tomaremos una decisión que será de gran trascendencia en la vida del país. La decisión será para un periodo largo que rebasa el próximo sexenio. Se trata de que el país vea hacia el futuro o, como es posible, regrese hacia un pasado caracterizado por un gobierno autoritario, por una corrupción sin límites y hacia un sistema político y social que profundiza la desigualdad económica.

Es verdad que AMLO ha tenido en momentos expresiones y comportamientos que generan algunas dudas entre algunos ciudadanos; es verdad que en ocasiones ha soslayado principios democráticos; es verdad que ha incurrido en fallas de las que se han aprovechado sus contrincantes para tratar de descalificarlo. Sin embargo, sin desconocer lo anterior, es necesario reconocer que AMLO ha transformado su discurso y desde luego sus posiciones políticas.

Ahora es un hombre que, reconociendo la grave crisis que vive el país, se ha planteado, y lo ha propuesto, la reconstrucción del Estado Mexicano como el primer paso para dar certidumbre de rumbo claro, de desarrollo y de progreso para el país. Ha dicho AMLO que se requiere, desde el nuevo gobierno, la convocatoria a la Reconciliación Nacional como elemento indispensable para alcanzar la tranquilidad, la seguridad y la paz.

Estos dos elementos: la reconstrucción del Estado nacional y la necesaria reconciliación de mexicanas y mexicanos, son vertebrales de un gobierno eficaz en la solución a los grandes problemas de México.

Los ciudadanos mexicanos debiéramos darnos la oportunidad de caminar por un nuevo rumbo. Ya experimentamos el camino del PRI y ése nos llevó a la desgracia, al estancamiento, a la degradación de la política.

Igual ya probamos con el PAN y durante 12 años pudimos sentir la agudización de los problemas nacionales y la ineficacia para enfrentarlos. El PRI representa el pasado desastroso y el PAN el presente de desigualdad, de violencia y de incapacidad.

Nada es seguro y lo único cierto es que los mexicanos no debemos cejar en la búsqueda de ese nuevo México, del que sintamos orgullo y que podamos entregar a nuestros hijos con satisfacción.

Por ello, pensando en nuestros hijos, en nuestras familias, pensando en el país, no debiéramos dudar y, al asistir a las urnas, decidirnos a votar por las izquierdas, por sus candidatos, y de manera particular por Andrés Manuel López Obrador.

Todas y todos debemos de ir a las urnas; el abstencionismo o la nulidad sólo ayudan a mantener el estado de cosas actuales. La izquierda merece la oportunidad de gobernar y México necesita de esa izquierda progresista, incluyente y democrática que debe consolidarse. Vote por la izquierda, vote por el PRD.

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