La Reforma Política que se discute actualmente en el Senado de la República contempla grandes avances en materia de derechos ciudadanos, de ahí la importancia de que sea aprobada.
Sin embargo, el tiempo para el Congreso de la Unión se agota si pretende que los cambios en materia electoral entren en vigor en 2012 y no hasta los próximos comicios federales de 2015. De ahí la importancia de convocar a lograr los consensos necesarios.
Dentro del dictamen que se encuentra a discusión en la Cámara de Senadores, se contemplan temas que la izquierda ha impulsado desde hace años, como el derecho político social para presentar candidaturas ciudadanas, es decir, que no deban ser necesariamente patrocinados por un partido político.
En esta materia, los legisladores del PRD pugnarán porque se apruebe la reforma política en este mismo periodo, pues han manifestado su rechazo a llevar a cabo una reforma constitucional innecesaria, cuando para poner en marcha este derecho ciudadano basta solamente con una modificación al Código Federal de Procedimientos Electorales.
Otro gran avance es la posibilidad de que los mexicanos puedan presentar iniciativas cuando tengan el apoyo del 0.25 por ciento de los miembros del padrón electoral nacional. Asimismo, los ciudadanos, el presidente de la República y el Congreso de la Unión podrán solicitar la aplicación de una consulta ciudadana, así como un referéndum y plebiscito cuando, en temas de interés nacional, quieran conocer la opinión de la población.
Los legisladores del PRD deberán estar atentos de que no se establezcan requisitos excesivos para solicitar cualquiera de estas herramientas de consulta popular, porque sería un engaño decirle a la gente que tiene este derecho, pero en la realidad no pudiera aplicarlo.
En materia electoral, el proyecto contempla la reelección legislativa hasta por nueve años para diputados federales y 12 para senadores, cambios que entrarían en vigor en 2015 y 2018, respectivamente.
Asimismo, en el dictamen se establece que si hubiera ausencia absoluta del presidente de la República, el secretario de Gobernación ocuparía el cargo en tanto el Congreso de la Unión se reúne, analiza la situación y nombra a un suplemente.
La izquierda debe estar parcialmente satisfecha con los avances en la Reforma Política, pues a pesar de las negociaciones y el intenso trabajo quedaron fuera asuntos también considerados de importancia.
Temas esenciales como la segunda vuelta en la elección presidencial, la ratificación del gabinete por parte del Congreso, la reducción de miembros en ambas Cámaras del Congreso, así como el incremento del porcentaje de votos necesarios para que los partidos mantengan su registro, tendrán que ser discutidos en un siguiente momento legislativo.
Esta semana los senadores se enfrentarán a una decisión que no debería ser difícil: o buscan lograr todos los acuerdos en los temas que se plantearon desde el inicio del análisis de la Reforma Política aunque les lleve mucho más tiempo, o avanzan paulatinamente con reformas importantes.
En estos momentos es necesario avanzar en los temas ya consensuados. Esto no quiere decir que los legisladores deban darse por satisfechos, pero no pueden quedarse en la posición de todo o nada. México requiere de impulsar acuerdos, si bien parciales, importantes para la vida democrática de nuestro país.
La aprobación de esta reforma política permitirá avances sociales y electorales de gran trascendencia, pero sobre todo abrirá el camino para que, paso a paso, los temas pendientes puedan discutirse y avalarse en poco tiempo.
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