martes, 3 de junio de 2014

Malestar en Brasil

En estos días, un grupo de mexicanos asistimos a Porto Alegre, Brasil, a la VIII Reunión de la Alternativa Latinoamericana, mecanismo de diálogo que reúne a líderes del progresismo y la izquierda latinoamericanos dos veces al año.


En esta ocasión analizamos las situaciones nacionales de Argentina, Chile, Colombia, Perú, América Central, Venezuela y México; y su impacto geopolítico y geoeconómico. Asimismo, analizamos el escenario electoral de Brasil.

Al analizar el caso brasileño, se observa un proceso de desaceleración en su economía, al grado de celebrar que en el primer semestre de este año 2014 el crecimiento del Producto Interno Bruto será de 0.5 por ciento.

El pobre crecimiento es, a mi juicio, el principal problema que alienta las protestas en el gigante del sur. Las personas han visto disminuir sus ingresos y crecer la burocracia, mientras, sufren la mala calidad de los servicios del Estado. A lo anterior se suma el hecho de que se ha prometido crear la gran infraestructura (aeropuertos, transporte público terrestre, mejores servicios de salud pública, entre otros) como resultado del Mundial de Futbol, lo cual no se ha cumplido, además de que se han hecho grandes gastos para la construcción y operación de los estadios. Por lo tanto, es comprensible la protesta social, la cual será de enormes proporciones y efectos terribles para la economía y la política brasileña, sobre todo si la selección nacional brasileña no gana la Copa Mundial.

En este contexto, el gobernante PT, junto con sus aliados, se encuentra en un proceso de revisión de sus propuestas programáticas, de sus comportamientos y políticas públicas, previo a las elecciones. 

El gobernador de Rio Grande do Sul, Tarso Herz Genro, nos comentaba que existe una ofensiva de la derecha para descalificar todo lo público, la cual se ve reforzada por un comportamiento de corrupción entre funcionarios de la izquierda que justifica esa permanente descalificación hacia “la cosa pública y la política en general. El gobernador alerta que no va a parar la descalificación de los extremismos de derecha y los conservadurismos de izquierda, pero lo que sí puede terminar es el comportamiento corrupto de funcionarios y representantes de la izquierda.

Esta situación de Brasil es muy similar a la que se vive en México y deberían atenderla todos los perredistas, especialmente quienes tienen responsabilidades de gobierno.

El PRD está obligado a realizar una reforma anticorrupción en los estados y municipios que gobernamos.

Si bien impulsamos exitosamente una reforma a nivel federal para acotar el fuero constitucional de representantes populares y servidores públicos, todo miembro del PRD en ejercicio de sus funciones públicas, estatal o federal, que las constituciones o leyes le otorguen algún tipo de fuero, sólo debería invocarlo para resguardar la inviolabilidad de sus opiniones manifestadas en el desempeño de su cargo. Deberemos también acotar el fuero de los legisladores no sólo a partir de las reformas constitucionales sino en una reglamentación rigurosa que impida y castigue los delitos y actos ilícitos en los que incurran.

Como medidas esenciales para lograr lo anterior, se debe fortalecer la participación de la sociedad en la planeación y la vigilancia de los actos de gobierno mediante el establecimiento de presupuestos participativos y órganos fiscalizadores ciudadanos, además de ser fiscalizados por los órganos constitucionales

La izquierda latinoamericana está obligada a combatir frontalmente la corrupción y la confluencia ilegítima de los intereses del poder económico con el poder público.

                *Expresidente del PRD

                Twitter: @jesusortegam

                http://ortegajesus.blogspot.com/

                ortegamartinezjesus@hotmail.com

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