El Pacto no cancela, no podría
eliminar la necesaria e indispensable confrontación de tesis.
Durante los pasados 21, 22, 23
y 24 de noviembre se llevó acabo el XIV Congreso Nacional del PRD, en el cual
se tomaron definiciones estratégicas de gran importancia. En un ambiente de
total libertad para expresarse, los más de mil delegados y delegadas votaron
por más de dos terceras partes, por una línea política que fortalece la
participación del PRD en el Pacto por México.
Partiendo de que vivimos,
desde hace tiempo, una crisis estructural del Estado mexicano, desde la cual
están siendo sustituidas sus facultades constitucionales por poderes fácticos,
metaestatales, como lo son los monopolios, los “señores feudales” (gobernadores
de una buena parte de las entidades federativas), la delincuencia organizada,
grupos políticos y sindicales corporativos. El PRD se define como una fuerza
política que, ejerciendo su derecho a la denuncia, presenta alternativas de solución a los grandes
problemas del país; una oposición que confronta sus ideas, su propuesta, su
programa ante sus contrincantes políticos, y todo ello con el propósito
superior de serle útil a la gente para alcanzar igualdad, bienestar y una vida
digna para todas y todos los mexicanos.
En su Congreso Nacional, el
PRD ratificó que el Pacto por México debe servir para que las propuestas de la
izquierda progresista, aun no teniendo mayoría en el Congreso de la Unión, se
discutan y conviertan en políticas públicas que contribuyan a la transformación
del país. De eso se trata nuestra participación en el Pacto por México, de que
nuestras propuestas contribuyan al bienestar de la gente y al desarrollo de la
nación.
El Pacto —por ser un acuerdo
entre varios y diferentes— es alternativa frente a la pretensión de retornar al
presidencialismo autoritario y es también vía para que el PRD se fortalezca
como opción de gobierno.
Lo aprobado en nuestro
Congreso Nacional reconoce que con el Pacto por México no existe, desde luego,
la pretensión de borrar o ignorar, ni las diferencias ideológicas ni la
competencia política. El Pacto por México no cancela, no podría eliminar la
necesaria e indispensable confrontación de tesis y programas entre los
diferentes partidos. Lo que sí hace es recuperar en parte importante, lo
principal de nuestra razón de existencia, esto es: hacer realidad nuestro
programa y que éste tenga como principal propósito una sociedad de derechos,
libertades y bienestar general.
Así, el PRD considera al Pacto
por México como un mecanismo de diálogo y negociación, que como tal debe ser
evaluado permanentemente para definir si se avanza en la materialización de
nuestro Programa General y de nuestras propuestas específicas.
Considerando todo lo anterior,
el Congreso Nacional reafirmó nuestra voluntad para continuar impulsando
nuestras propuestas en el marco del Pacto por México, pero en caso de que este
mecanismo de diálogo y negociación sea utilizado a favor de cualquier interés
particular, individual, partidario, de grupo, gremial y éste se sobreponga al
interés superior del país, entonces el PRD se retirará del Pacto por México.
Con estas claras definiciones
que tomó el PRD durante su Congreso Nacional, el partido se fortalece a sí
mismo y, por lo tanto, su participación en el Pacto por México.
*Ex presidente del PRD
Twitter: @jesusortegam
http://ortegajesus.blogspot.com/
ortegamartinezjesus@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario