Así se han conocido en la historia, a diversas alianzas
políticas y militares. Una por ejemplo, es la triple alianza entre los señoríos
de Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba para enfrentar y derrotar —como finalmente
sucedió— al señorío de Azcapotzalco. Con esta alianza se consolidó el imperio
Mexica en el Valle de México. Con ese mismo nombre se conoce a la alianza
política entre los Estados de Argentina, Uruguay y Brasil que enfrentó
militarmente al Paraguay. También se conoce como triple alianza la que a
finales del siglo XIX conformaron Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e
Italia, ello con el propósito de
enfrentar a Francia y a Rusia.
Las razones que dieron sustento a estas y otras alianzas,
poco o nada tienen que ver con razones ideológicas u otras de identidad étnica
u origen nacional; ¡no! Estas y otras alianzas tienen fundamento en propósitos
esencialmente de carácter político como fueron, por ejemplo, la conquista de
territorios, expansión de reinos, aumento de tributarios, etcétera, etcétera.
Las alianzas políticas o militares más duraderas y
sólidas se dan: NO entre quienes necesariamente guardan identidades
ideológicas; NO entre quienes se quieren afectivamente; NO entre quienes
—incluso— se aman; sino entre quienes se necesitan. Esto es una constante en la
política y a nadie debiera sorprender.
El reconocimiento de la necesidad como motor fundamental
del comportamiento humano y por ende de la política, no siempre se hace
explícito y cuando se hace, no siempre se hace público.
Este es el caso de la triple alianza conformada por la
mayoría de los grandes capitalistas con negocios en México liderados por el
Consejo Mexicano de Hombres de Negocios; el Movimiento Regeneración Nacional
liderado por AMLO y el Partido Acción Nacional (PAN, Morena, CMHN), los tres en
contra de la reforma hacendaria que se construyó en el marco del Pacto por
México.
La triple alianza (todos personalmente respetables) entre
Andrés Manuel, Claudio, Gustavo y Ernesto es implícita, aunque no se ha podido
evitar que sus coincidencias sean explícitas y públicas. Una parte es
antitética —ideológicamente— con las otras dos, aunque eso no impide su
confluencia política.
Otra de las partes (los grandes empresarios) exigían
gravar con el IVA los alimentos y medicinas para con ello lograr que se
mantuvieran los regímenes especiales y las exenciones fiscales que los
benefician injustamente.
La tercera de las partes de esta triple alianza (el PAN)
insiste en reafirmar su antigua identidad ideológica con esos grandes
empresarios (contrariando a Gómez Morin y a otros de sus fundadores) para
tomando de pretexto a las clases medias, oponerse también a la eliminación de
esos privilegios fiscales que benefician a unos cuantos.
Y AMLO, que se quedó sin su única divisa programática en
materia fiscal (el no IVA en alimentos y medicinas), ahora la pretende
sustituir —abusando también de “las clases medias” como dice José Woldenberg—
con la consigna de “no más impuestos” aunque con ello beneficie a aquellos
sectores de la población con mayores ingresos, es decir, a aquellos del décimo
decil y que significan apenas el 0.60 del conjunto de la población. Para
reafirmar esto último, considérense los siguientes datos: somos aproximadamente
116 millones de mexicanas y mexicanos y de estos, ¡sólo el uno por ciento gana
cuarenta mil pesos o más por mes y de este uno por ciento, aproximadamente un
tercio, gana cien mil pesos o más,
igualmente, por cada mes!
Con esta escandalosa e injusta distribución del ingreso
nacional, ¿puede ser válido el planteamiento de no más impuestos; de ningún
cambio a la política fiscal; de oponerse a la desaparición de la consolidación
fiscal, la que favorece la evasión; de ninguna nueva y mayor progresividad del
ISR que grave a quien más gana; de oponerse a gravar las ganancias en la bolsa
de valores; de alentar la permanencia de los regímenes especiales? ¡Claramente
no es válido! Lo que hace es contribuir a la desigualdad social y económica.
Entonces, la triple alianza en mención (lo reconozcan o
no, estén o no conscientes de sus implicaciones) contribuye a preservar los
privilegios de una pequeña minoría que concentra, cada vez de manera más
indignante, el ingreso nacional.
Por ello la implícita triple alianza PAN, Morena, CMHN es
conservadora, ello al margen de los discursos e intenciones.
*Ex
presidente del PRD
@jesusortegam
http://ortegajesus.blogspot.com/
ortegamartinezjesus@hotmail.com
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