martes, 4 de diciembre de 2012

Pacto por México



Aprovecho estas líneas para compartirles partes fundamentales de lo dicho por el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, el pasado domingo durante la firma del Pacto por México:

Hoy estamos aquí, fuerzas políticas que hace apenas unos cuantos meses, disputamos el voto entre las mujeres y los hombres de nuestro país. Fuimos a esa contienda, convencidos de que México necesita un cambio profundo, un cambio verdadero.

Lo que sucedió en las urnas, la decisión del electorado, fue que ninguna fuerza política puede por sí sola sacar adelante sus propuestas o resolver los grandes y graves problemas del país.

Y cabe entonces la pregunta: ¿Qué hacer ante esta decisión de una sociedad que, al mismo tiempo que distribuyó el poder, está cansada de décadas de mentiras? ¿De esa mayoría de la sociedad que sabe que la democracia política tiene un enorme déficit social? ¿De que tenemos una democracia política sin alma social, de que los partidos políticos pensemos solamente o principalmente en función de nuestros intereses?

¡Pues la respuesta es muy sencilla: La gente quiere verdades y acciones efectivas de nosotros!

Hay un agotamiento evidente del modelo económico, político, social y cultural en el que nos desenvolvemos, pero al mismo tiempo, México ha madurado para dar un salto hacia adelante y reinventarse.

Por eso necesitamos cambiar la ecuación, no pensar para nosotros como partidos políticos, sino para actuar responsablemente, hablar con la verdad y emprender nuevas acciones.

Y, hablando con la verdad, una primera verdad, es que son tan grandes los problemas que tenemos en nuestro país, que una sola fuerza —como lo hemos dicho— por sí sola no podrá plantearse el reto de enfrentarlos exitosamente.

Una segunda verdad es que tampoco lo podrá hacer una sola persona. En este caso, un sólo hombre desde la Presidencia de la República. Ya otros, con buena voluntad o por arrogancia, lo intentaron y fracasaron.
Una tercera verdad es que los partidos políticos y gobiernos, no podemos asumir que únicamente con buenas voluntades, enfrentaremos los retos.

Y las élites políticas, los partidos políticos, hasta por la desconfianza social de la gente en nosotros, no podremos solos dar este salto exitoso hacia adelante. La democracia es de todos, o no es democracia, sino mera simulación o demagogia.

Aquí se requiere que todos los sectores, partidos políticos, gobiernos y la oposición ciudadana que representa a una sociedad fuerte y activa, participe de estos esfuerzos, participe en la toma de decisiones.
Por ello, estamos aquí fuerzas tan diferentes, con la convicción de recuperar la vigencia del Estado mexicano, para darle fuerza y valor a la institucionalidad, dispuestos a cambiar la ecuación de hacer política sólo pensando en nosotros y no pensando en la sociedad y en nuestra patria.

Un Pacto Nacional, un Pacto por México, un Pacto por la Gente, con importantes contenidos como se podrá ver, cuando se analice, como una expresión de voluntades allí aterrizadas, que se hicieron presentes.

Y hay que ver que esto no es más que un primer paso apenas. Le toca, con toda la autoridad que tiene el Poder Legislativo, asumir y traducirlo en hechos, en acuerdos legislativos, en reformas legales; al gobierno de la República por supuesto y a los gobiernos de los estados.

Por eso hoy, también hay que decirlo: Más que esperanza, la gente quiere certidumbre, de que puede haber un futuro mejor, de que otro México es posible para bien de todos, de nuestros hijos y de las generaciones venideras. Por eso, estamos aquí con esa convicción.

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