miércoles, 23 de febrero de 2011

Carta al "Peje"

Les recomiendo este texto de Sergio Aguayo publicado en Reforma


Sergio Aguayo Quezada
23 Feb. 11

A la memoria de Humberto Murrieta.

Estimado Andrés Manuel,
 
Me entero por la prensa que descalificas la consulta ciudadana que se realizará en el Estado de México tachándola de "farsa" y a Alianza Cívica la acusas de tener "vínculos con el PAN desde la época de Vicente Fox". Te equivocas y eres injusto.

Hace ya algunas semanas las dirigen- cias del PAN y el PRD se acercaron a Alianza Cívica y a Propuesta Cívica (organización que encabezo) para pedirnos que organicemos, con total autonomía, una consulta para conocer lo que piensa la ciudadanía del Estado de México acerca de una posible alianza entre los partidos para postular a un candidato a gobernador. Consideran que así podrán competir con el poderoso priismo mexiquense de Enrique Peña Nieto.

Estás en tu derecho de criticar las alianzas entre los dos partidos y ésa ha sido tu postura durante 2010; a excepción de Oaxaca. Es excesiva tu descalificación de Alianza Cívica porque parecieras apoyarte en que su actual presidente, Rogelio Gómez Hermosillo, fue coordinador de Oportunidades durante el sexenio de Fox. Eres injusto porque Rogelio, me consta, frenó intentos de utilizar ese programa para favorecer electoralmente a Felipe Calderón.

Eres selectivo en tus exigencias y tus recuerdos. Nos exiges firmeza en la relación con los conservadores de México pero has guardado silencio cuando integrantes de tu corriente en la Comisión Política Nacional perredista aprobaron en 2010 las cinco alianzas de ese partido con el PAN. Paso ahora a tu oposición a la reforma petrolera impulsada por Felipe Calderón en 2008. En mayo de aquel año anunciaste que "nosotros vamos a convocar a una consulta ciudadana para que todo el pueblo de México decida el destino de la industria petrolera, porque eso no lo pueden resolver nada más las cúpulas". Luego añadiste que los opositores a la consulta "sólo exhiben el miedo que le tienen al pueblo". Pues bien, esa consulta fue organizada exitosamente en todo el país por las mismas organizaciones y personas que ahora colocas en la hoguera destinada a los cómplices de la mafia.

La corriente del movimiento cívico en la cual he participado siempre ha impulsado plebiscitos, iniciativas y consultas por considerarlas expresiones de la democracia participativa. Y lo ha hecho independientemente de quienes se beneficiaban de ellas. En 1996 el EZLN nos solicitó que organizáramos una consulta para decidir si se convertían en una fuerza pacífica; lo hicimos y bien. En 1999 Alianza fue considerada por el PAN, el PRD y otros partidos para una consulta para seleccionar entre Cárdenas o Fox al candidato de unidad. El intento no cuajó pero recuerdo que viste con simpatía aquella iniciativa.

Entiendo que la consulta ciudadana en el Estado de México se da en un contexto radicalmente diferente y es una pieza importante en la disputa por la candidatura al interior del PRD y en la carrera a las presidenciales de 2012. Comprendo la virulencia de tu discurso porque nace del fraude electoral de 2006. Creo en tu honestidad pero pienso que te equivocas al rechazar esta consulta y descalificarnos de esa manera.

Desde nuestro punto de vista, te aclaro, estamos utilizando la petición hecha por el PAN y el PRD para iniciar las conversaciones que conduzcan a un "nuevo trato" entre la clase política y la sociedad organizada. Tenemos el derecho a intentarlo porque la situación actual es insostenible y absurda. Si revisas la transición, las grandes reformas electorales (a excepción de la de 2007) se debieron a movilizaciones sociales, pero quienes se beneficiaron fueron los partidos que, ya en el poder, por lo general han excluido a la sociedad de la formulación de políticas públicas.

Uno de los ejemplos más grotescos sería el Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. En sus 21 años de existencia, los partidos nunca han aceptado que algún cuadro representativo de los organismos civiles progresistas que defienden en la trinchera a las víctimas ocupe un lugar en ese Consejo honorífico. Con algunas excepciones han preferido a intelectuales apaciguados o amigos de políticos poderosos. Eso está pasando ahora mismo. ¿Cómo revertir esa exclusión sistémica sin reproducir la cara perversa de las "cuotas"?, pues hablándolo, y eso supone sentarse a dialogar con los partidos que, nos guste o no, tienen el control de las instituciones.

Estaría finalmente la gravedad del momento. El país y su enclenque democracia están en peligro y hace falta entendimiento entre los diversos. No proponemos la unidad cortesana hacia partidos y líderes, sino acuerdos programáticos entre partidos y organismos civiles. Coincidir no significa claudicar en los esfuerzos que cada quien realiza; pensar diferente no es capitular porque democracia es sinónimo de pluralidad.

Carta al "Peje" 

¿Quién se beneficiaría con la división en el PRD?

Este sábado, el V Pleno Extraordinario del VII Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática aprobó impulsar y apoyar la realización de una consulta pública a las y los ciudadanos del Estado de México. Ejercicio que tiene el propósito de ayudar al PRD en esa entidad federativa para que nuestro partido tome una decisión correcta acerca de las próximas elecciones y, especialmente, sobre qué política de alianzas debería llevar a cabo.
A raíz de esta determinación, Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión de pedir licencia al PRD.
¿Qué es  lo que motiva  a Andrés Manuel a tomar una decisión tan grave, sólo por la posibilidad de que se escuche a las y los mexiquenses?
¿A AMLO, que ha sido promotor de las consultas, que repite permanentemente que hay que escuchar al pueblo, ahora le molesta una consulta?
¿Por qué oponerse a tal consulta que es un método democrático, y además entendiendo que la democracia es parte fundamental de nuestros principios?
¿Por qué oponerse a una consulta, si con ésta podría actuarse fielmente en razón de los intereses de los habitantes del Estado de México?
En realidad no hay ninguna razón verdadera para oponerse a conocer la opinión de los ciudadanos del Estado de México.
La causa verdadera del enojo de AMLO está en que el Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática tomó una decisión y Andrés Manuel no soporta opiniones distintas, no escucha razones que no sean las suyas sin que los diferentes sean llamados traidores; no entiende que en México hay una diversidad política y que esta diversidad se refleja en el PRD.
La diversidad es una virtud, no una maldición.
Seguramente, Enrique Peña Nieto, cuando escuchó la decisión de Andrés Manuel de pedir licencia al partido, esbozó una gran sonrisa.
Dividir al Partido de la Revolución Democrática es beneficiar a Enrique Peña Nieto.

jueves, 17 de febrero de 2011

Estado de México


Como casi todos los días, especialmente cuando necesita que algún periódico dé cuenta de sus actividades, Andrés Manuel López Obrador lanza, como el día domingo, sus anatemas en contra de la dirección del PRD.

Sus expresiones son,  literalmente, anatemas. En éstas se ha apoyado para ser consecuente con un comportamiento de perseguir, zaherir, insultar, maldecir y tratar de excluir a todos aquellos que no “profesan su religión o su pensamiento”. Su anatema favorito es el de “traición” y lo utiliza para denostar a quienes, por alguna circunstancia o simplemente por pensar de manera diferente, no coinciden con él.

Desde luego que hay asuntos que son de mayor relevancia para López Obrador y son en éstos en donde se encuentra más dispuesto a denostar e insultar. Pero nadie debería engañarse: AMLO agrede porque es su forma más eficaz para eludir su propia responsabilidad o para ocultar sus verdaderos propósitos.

Uno de estos asuntos es la elección para la gubernatura en el Estado de México. En los hechos y más allá de los discursos, AMLO está en una campaña de apoyo a Enrique Peña Nieto. Su negativa a que se establezca una coalición electoral opositora a Peña Nieto y al PRI, es un comportamiento que en la realidad significa una gran ayuda al gobernador de esa entidad para que éste cumpla sus planes de ser candidato y eventualmente, el próximo presidente de la República.

Si Peña Nieto gana las elecciones de julio de este año, entonces, se enfila para ser candidato del PRI. Por el contrario, si pierde Peña Nieto y quien triunfara fuese una coalición democrática y de alternancia opositora al priismo, entonces estaría en enorme riesgo su posibilidad de ser candidato y desde luego, de ser presidente.

La lógica es elemental: Peña Nieto es el precandidato de la parte más poderosa y retardataria  de la oligarquía económica del país. Para evitar que esta oligarquía gobierne México a través del ahora gobernador mexiquense,  es necesario derrotarlo en julio de 2011 y en julio de 2012.

AMLO no es inexperto y menos es un político ingenuo, y desde luego que  entiende de esta lógica elemental  y comprende lo que significa oponerse a la conformación de la coalición opositora para la alternancia. Oponerse a la coalición democrática opositora es apoyar a Peña Nieto y con ello, contribuir a la regresión del viejo régimen priista.

Como se observa, hay una gran diferencia política respecto a las alianzas y especialmente respecto a éstas en el Estado de México. ¿Pero por qué no se dirime esta diferencia a través de un método democrático, es decir, a través de una consulta a la ciudadanía?

AMLO es un fanático de las consultas, pero parece que sólo de aquellas que sabe que puede ganar. AMLO no está dispuesto a una consulta en donde el resultado es impredecible, es decir, en donde el resultado se somete al juicio de la colectividad.

Ikram Antaki en el “Espíritu de Córdoba” decía: “Y el acuerdo no era una derrota, ni el desacuerdo una ofensa; pero al arreglar cuentas, poco queda por deber”.