México, Distrito Federal a 10 de abril, 2014
Señor Director de Sinembargo
Presente:
Le pido, en el ejercicio de mi derecho de réplica,
pudiera publicarse este escrito, en respuesta a los dichos de la señora Lydia
Cacho, los cuales fueron publicados en su diario digital el día 10 de abril de
2014.
Lydia Cacho dice en su artículo titulado “Asumir el
riesgo” que: “si ya están investigando a
Jesús Ortega señalado por una de la víctimas del bar Cadillac, no importa el
partido, todos los señalados deben de ser investigados”.
Respondo: Estas pocas líneas son suficientes para
evidenciar, con precisión, la ausencia de profesionalismo y veracidad en el
ejercicio del periodismo; evidencian como, las animadversiones personales, las
diferencias políticas, la intolerancia, pueden llevar a una persona —en este
caso a una periodista— a escribir un artículo con el insano propósito de sólo zaherir,
difamar y dañar.
La señora Cacho insinúa, con perversidad, que estoy “siendo
investigado” por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF)
debido a que he sido “señalado” por una persona. (Imaginen que el sistema
judicial mexicano inicie investigaciones, realice averiguaciones judiciales en
razón de “señalamientos”). Al suponer que así debe suceder, como lo pide la
señora Cacho, entonces toda aquella persona que sea “señalada” por otra, a
través de una calumnia (como en mi caso) o a través de un libelo (de nueva
cuenta, como en mi caso) o a través de una periodista irresponsable (como es el
caso) debiera ser sujeta a un proceso judicial de averiguación. Esa es una
suposición absurda que sólo refleja ignorancia o sólo desprende insania.
Para el conocimiento de los lectores de Sinembargo, YO, Jesús Ortega Martínez, interpuse
una demanda civil en contra de la señora Sanjuana Martínez en un juzgado del estado
de Nuevo León (en esa entidad tiene un domicilio particular la demandada) y de
ello, tengo conocimiento, ya ha sido debidamente notificada.
Pero además, YO, Jesús Ortega Martínez, interpuse una
denuncia de hechos con fundamento en los artículos 8 y 21 constitucionales, así
como en lo dispuesto en el 9 bis fracción II del Código de Procedimientos Penales
para el Distrito Federal. Esta denuncia la interpuse YO, Jesús Ortega Martínez,
porque la señora Sanjuana Martínez pudiera tener conocimiento, como lo afirma,
de diversos hechos que pudieran ser constitutivos de delitos sancionados por la
legislación penal vigente en el Distrito Federal.
Interpuse la denuncia de referencia, para que las
autoridades judiciales lleven a cabo cualquier investigación, y de ser el caso,
que lo señalado por Sanjuana Martínez sea debidamente sancionado.
Que se haga la investigación; así fue solicitado por
MÍ parte ante las autoridades de la PGJDF, y estoy pidiendo se sancionen los
delitos que la señora Sanjuana Martínez presume sucedieron. Por el contrario,
de no ser así, la Procuraduría actúe en consecuencia en la aplicación de la ley
y la justicia.
“Asumir el riesgo” dice Lydia Cacho, y comparto que así debe de ser.
Entonces, para que no quede en dichos o “señalamientos”
los que no pueden -según la ley- ser investigados ni procesados judicialmente,
le pido, le exijo, que de tener conocimiento de hechos constitutivos de delitos
que deben de ser penalizados, acuda ante el Ministerio Público e interponga la
denuncia correspondiente.
Emplazo, además, a Lydia Cacho a que demuestre que
existe en la PGJDF, aparte de la denuncia que YO interpuse, otra a través de la
cual pudiera estar siendo investigado.
Coincido con usted en “asumir riesgos” por lo que uno
hace o escribe. Asuma plenamente lo que escribe e interponga la denuncia por
los hechos que usted presume son constitutivos de un delito. Eso sería lo social
y periodísticamente responsable.
Atentamente
Jesús Ortega Martínez
La respuesta
de la periodista
México, Distrito Federal a 10 de abril, 2014
Señor Director de Sinembargo:
En respuesta a la misiva del Señor Jesús Ortega
Martínez, pidiendo la justa réplica a mi columna, debo acotar lo siguiente:
Mi columna no busca ni zaherir, ni señalar, ni dañar
al señor Ortega. Simplemente hago referencia a lo que ahora él tan amablemente
ratifica en su carta cuando me dice: “YO, Jesús Ortega Martínez, interpuse una
denuncia de hechos con fundamento en los artículos 8 y 21 constitucionales, así
como en lo dispuesto en el 9 bis fracción II del Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal. Esta denuncia la interpuse YO, Jesús Ortega
Martínez, porque la señora Sanjuana Martínez pudiera tener conocimiento, como
lo afirma, de diversos hechos que pudieran ser constitutivos de delitos
sancionados por la legislación penal vigente en el Distrito Federal”.
Señor Ortega:
Entiendo que usted se refiere a los señalamientos que
en entrevista grabada hiciera una de las víctimas de trata del bar Cadillac
hacia la supuesta presencia de usted, señor Ortega, en un prostíbulo donde la
autoridad documentó la comisión del delito de trata de personas. En efecto, a
partir de la petición que usted mismo hizo por la vía penal, se investiga si
participó o no en los hechos que primero documentó la autoridad judicial, para
poder rescatar a las víctimas, y posteriormente publicó la colega Sanjuana
Martínez. Este proceso está abierto todavía.
En entrevista con personal de la PGJDF pregunté
expresamente si es cierto o falso que el nombre del señor Jesús Ortega Martínez
está siendo investigando en el contexto del caso de trata de personas del bar
Cadillac. Mi fuente me respondió que sí existe el señalamiento directo de una
víctima en la Averiguación Previa y, además, que el propio señor Ortega
Martínez pidió que se investigara hasta sus últimas consecuencias y en caso de
no existir prueba plena, que se le deslinde.
De mi columna, usted cita la frase: “Si ya están
investigando a Jesús Ortega señalado por una de la víctimas del bar Cadillac,
no importa el partido, todos los señalados deben de ser investigados”. De tal
forma que jamás mencioné que fuera culpable, sino que se deben transparentar
los procedimientos judiciales para evitar que el poder político, sin importar
el partido, se imponga al poder judicial por tráfico de influencias.
Sinceramente,
Lydia Cacho Periodista
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