martes, 28 de mayo de 2013

El Pacto por México y la seguridad alimentaria


El Estado mexicano abandonó sus responsabilidades de proteger y desarrollar la producción agropecuaria, garantizar la suficiencia alimentaria y elevar el ingreso rural. La magnitud que ha alcanzado la crisis agropecuaria como resultado de la política neoliberal se expresa en la concentración del mercado entre un reducido grupo de grandes agentes económicos que imponen precios relativos y marcos de comercialización ruinosos; además de ser los beneficiarios directos e indirectos del crédito de la banca de desarrollo, así como de los programas y subsidios públicos para el campo. Estos monopolios agroindustriales son poderes fácticos que desafían sistemáticamente la facultad rectora del Estado mexicano respecto a la política agroalimentaria.

Para superar la situación descrita, son necesarias acciones de emergencia para salvaguardar la seguridad alimentaria y reactivar la producción agrícola, aumentar la inversión en conservación y mantenimiento de presas y distritos de riego; distinguiendo entre políticas de emergencia y políticas de largo plazo que mejoren el desempeño de la economía y la distribución del ingreso en el sector rural, con una visión de largo plazo.

El Estado está obligado a que los precios de los productos básicos alimentarios mantengan su competitividad y, asimismo, es responsable de que estos productos lleguen al consumidor a precios razonables, combatiendo eficazmente los monopolios y oligopolios en la producción, distribución y procesamiento para garantizar la seguridad alimentaría del país.

Por lo anterior, el Pacto por México en el marco de los acuerdos para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad, contempla transformar el campo en una actividad más productiva, reactivándolo para garantizar la seguridad alimentaria como una política de Estado y se establecerán medidas específicas para contener el precio de los alimentos, erradicar la pobreza extrema y promover a un sector de la economía que actualmente produce por debajo de su potencial. Entre las medidas que contempla el Pacto por México para reactivar el campo se encuentran:

Comercialización: Se impulsarán medidas que combatan la intermediación y garanticen una adecuada comercialización de los productos del campo que se traduzca en mayores beneficios para los productores y mejores precios para los consumidores.

Productividad: Se incrementará la productividad agropecuaria a partir de una política de otorgamiento de crédito oportuno y a tasas preferenciales a pequeños y medianos productores. De igual forma, se reorientarán los subsidios para asegurar un apoyo a dichos productores. Se impulsará el incremento de la tecnología, con particular atención en la modernización de los distritos de riego y la correcta articulación de cadenas productivas de valor.

Pagos por servicios ambientales: El cuidado de las aguas y los bosques requiere la transformación de los esquemas de subsidios en las zonas de menor viabilidad agrícola, para reorientarlos al cuidado y recuperación de bosques y cuerpos de agua, fortaleciendo el esquema de pagos por servicios ambientales.

Como lo ha venido haciendo desde su firma, el PRD le imprimirá contenido social al apartado sobre desarrollo rural del Pacto por México, impulsando un nuevo modelo de desarrollo equitativo y sustentable, que permita la producción nacional suficiente y la disponibilidad y acceso a alimentos sanos, nutritivos y diversos para todos los mexicanos, entendiendo que la alimentación y el trabajo son derechos humanos que el Estado y la sociedad en su conjunto, debemos garantizar.

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